El Comedista - El Pais
Milagro: un buffet libre que está bien
En Les Grands Buffets comparten espacio los turnedó Rossini, las ostras frescas, el micuit de la casa, obras de arte y más de 70 vinos por copas a precio de bodega. Porque otro buffet libre es posible.
Normalmente asociamos – y con toda la razón – los buffets libres a factorías de comida de baja calidad, donde prima la cantidad, el sabor, la textura y el mimo brillan por su ausencia y prácticamente todo sabe a tristeza o glutamato monosódico. Pero hace poco descubrí un restaurante en el que hay mucha comida, puedes comer a voluntad por 29,95 euros –antes de pensar que es caro, esperad a conocer la oferta– y todo, sin excepción, está rico y es de buena calidad.
Me refiero a Les Grands Buffets, un paraíso de la gochería que se encuentra en Narbona, al sur de Francia, que lleva más de 25 años haciendo felices a los habitantes de la zona y a los que se acercan a ella desde lugares recónditos para disfrutar de sus manjares. Louis Privat, director del restaurante desde que abrió en 1989, resume así su esencia : " Nuestro restaurante tiene el espíritu de las mesas surtidas que siempre ha habido en las grandes celebraciones en Francia. Hemos creado un sitio para celebrar, para disfrutar, para relajarse y para ser feliz ". Más categórico, imposible.
Antes de pasar a relatar las bondades de este templo pantagruélico, esta oda al buen comer –y al muy comer y al mucho comer, como diría nuestro presidente en funciones–, al pato, al vino y a los postres sin fin, debo hacer una llamada al sentido común. En Les Grands Buffets es muy fácil comer de más, ponerse ciego de proteínas, grasas, azúcar y vino y pasarse tres días digiriendo como una boa constrictor. Así que es algo para hacer muy, muy, muy de vez en cuando (algo que tampoco es muy difícil si vives a varios cientos de kilómetros de Narbona).
Monica Escudero