Oficina de Turismo

La Bella Narbona, además de estar rodeada de un entorno de viñas y de garriga, alberga tesoros históricos y arquitecturales. Los apasionados por la historia quedarán completamente satisfechos al conocer los relatos sobre esta ciudad construida el 118 aC por los romanos, y que conserva los vestigios de varios siglos de vida.

Para los amantes de la naturaleza, el litoral narbonés seduce por su autenticidad y sus numerosas actividades náuticas, mientras que detrás suyo se levanta La Clape, este macizo de 15 000 hectáreas que concentra las esencias mediterráneas más sutiles y ofrece una vista impresionante. Para los más urbanitas, déjense embarcar en las callejuelas típicas de Narbona, pasen a degustar algunas especialidades en las célebres Halles del centro de la ciudad, o deambulen a lo largo de las riberas del río Robine…